Doris y María Agustina se muestran positivas en las oportunidades que las mujeres hondureñas tienen de ejercer un oficio o de emprender sus propios negocios, aunque no olvidan que la desigualdad sigue persistiendo en el mercado laboral.
Ellas lideran junto a una veintena de compañeras ‘Caminando hacia el futuro’, un grupo de mujeres que emprendieron en 2014 como caja rural, en Tomalá, al sureste del departamento de Lempira, en Honduras. Gracias a esta microempresa, las mujeres aportan al sustento familiar pudiendo destinarlo a la educación de sus hijos o a mejorar la alimentación familiar.
Ambas comentan que la iniciativa surgió a través de la oficina de la mujer de la municipalidad que impulsó la organización de grupos emprendedores que estuvieran dispuestos a trabajar para mejorar la economía de los hogares y para brindarle un servicio a la población.
“Nuestro objetivo es seguir creciendo y consolidar a un equipo bien fortalecido para ayudar al desarrollo de la comunidad implementando préstamos a quien lo necesite para solventar necesidades básicas”, explica Doris. Aunque su trabajo va mucho más allá ya que, además, realizan incidencia política para defender los derechos de las mujeres de su comunidad.
COPADE ha estado trabajando en los últimos meses en Honduras, en el marco del proyecto a cuatro años en el que estamos trabajando junto a la ONG CESAL y en el que también participa la Fundación ETEA, a través de un Convenio cofinanciado por AECID, en la identificación de un total de 17 microempresas integradas por mujeres para apoyarlas. Lo hacemos a través del fortalecimiento de la red de mujeres y autoridades locales en componentes de género y con diversos talleres en ámbitos como la violencia doméstica, medidas de seguridad, emprendedurismo y planificación.
*Las mujeres se reúnen en la casa comunal para llevar a cabo sus reuniones y otros eventos.