COPADE -Fundación Cooperación para el Desarrollo- ha intervenido en el Congreso Nacional de Medioambiente -CONAMA 2016-, en la Mesa sobre “Contratación y compra pública ambiental y socialmente responsable e innovadora en el Estado español”.
Al otro lado de las compras, esto es, desde la oferta, COPADE pone en el mercado “productos con características sociales que puedan ser valoradas por los administraciones, empresas y consumidores”, expuso Jaime Manteca, coordinador internacional en la Fundación. Esas características son objetivas y se entienden mejor, si se mide la Huella Social del producto.
En este sentido, llama la atención que instituciones como el Ayuntamiento de Madrid han aprobado un reglamento que prima los criterios sociales de ciertos artículos de Comercio Justo, como el café o el chocolate, en las contrataciones públicas.
¿Por qué medir la Huella Social?
COPADE es una ONG de Comercio Justo, que lleva a cabo proyectos de desarrollo con productores, con la finalidad de alcanzar vías de comercialización para sus productos. “Nosotros determinamos si un productor cumple con los requisitos de lo que entendemos como Comercio Justo, pero no medimos el impacto que pueda tener el proceso de fabricación”, aclara Jaime Manteca.
De la mano del Observatorio de la I+D+I de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), COPADE va a acometer la medición y cuantificación de la Huella Social de los productos que fabrican sus proveedores, “de la forma más objetiva posible”, y con la “máxima proximidad al productor”, con el fin de informar al consumidor. Este trabajo se va a acometer en el marco del proyecto de cooperación titulado “Generar oportunidades de desarrollo sostenible y equitativo para 1.484 pequeños productores de Ecuador mediante el Comercio Justo, la internacionalización de sus productos y la generación de una Alianza Público-Privada”, que está apoyado por la Obra Social la Caixa dentro de su Programa de Desarrollo Socioeconómico 2015-2016.
Huella Social son “los cambios o efectos en la población objetivo atribuidos a una entidad, proyecto, programa, política o proceso. Pueden ser planificados o no, positivos o negativos. La denominación de huella social tendrá en cuenta las vertientes económica, medioambiental y la puramente social”.
COPADE se plantea medir el impacto que conlleva la elaboración o fabricación de un producto o servicio, en tres niveles:
- El bienestar social. La salud, la equidad de género y calidad de la contratación, la inclusión, la pobreza, el poder adquisitivo de las familias, la educación y la seguridad.
- La economía local. El empleo, los impactos en el mercado local, el apoyo a empresas, el acceso a financiación, el pago de impuestos, la generación de empleos indirectos y la revitalización de otras actividades económicas.
- El entorno. Las instalaciones, el transporte, el aprovechamiento sostenible de recursos y el respeto al medio ambiente.
Los objetivos de la medición de la Huella Social son los siguientes:
- Sensibilizar y comunicar. “Podemos contar a la ciudadanía, a las administraciones y a los licitadores que existe una problemática social, y que existen unos indicadores capaces de medir ese impacto, y que eso se puede mejorar -explicó Jaime Manteca en el CONAMA-. Podemos hablar de otra realidad al consumidor.
- Cuantificar y poder comparar, mediante una herramienta que genere datos objetivos.
- Posicionar y premiar. Las empresas que lleven a cabo una “mejor práctica” social en su proceso de producción, van a tomar ventaja en el mercado, a la hora de ofertar su producto.
- Adaptar y reducir. Si es posible medir la Huella Social del proceso de fabricación de un producto en una empresa, conocemos los parámetros a mejorar, porque el informe refleja qué es lo que se hace mal, o no tan bien como sería posible.
Cumplimiento de los ODS
El objetivo de todo esto es contribuir al cumplimiento de los ODS -Objetivos de Desarrollo Sostenible-, definidos y aprobados por la Asamblea de Naciones Unidas durante la cumbre celebrada en Paris en 2015 y enmarcados dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Objetivamente, cualquier empresa puede reducir su Huella Social. Muchas necesitarán instrumentos para modificar su modelo productivo. COPADE y la UPM van a generar la herramienta de medición y control de los citados criterios sociales, y la testarán en productores con los que actualmente trabaja la Fundación, tanto aquí como en países en vías de desarrollo. A continuación, para mejorar la Huella Social, habrá que aplicar las pertinentes medidas correctivas y, finalmente, conviene volver a realizar la medición, para extraer nuevos resultados, supuestamente mejores.
COPADE utilizará un proyecto que tiene en marcha como banco de pruebas para medir la Huella Social de productos de Comercio Justo que va a introducir en España.
En concreto, se trata de artículos de alimentación fabricados en Ecuador, cuyo destino son máquinas “vending” en nuestro país. “El objetivo es sacar una línea de productos al mercado que, aparte de ser productos Bio y de Comercio Justo, incorporen en su envase una medición de su Huella Social; un indicador que transmita al consumidor el impacto social de lo que está comprando”, concluyó Jaime Manteca.