El actual contexto de crisis ha dejado en evidencia las numerosas debilidades del sistema comercial y el Comercio Justo es una alternativa económica
Las organizaciones de Comercio Justo reclaman un cambio en las políticas comerciales. Además, aprovechan este momento para establecer modelos económicos más sostenibles, tanto para las personas como para el planeta
Madrid, 30 de septiembre de 2020. El actual contexto de crisis generada por el Covid-19, ha dejado en evidencia las numerosas debilidades del sistema comercial actual, aún más notables si cabe debido a la crisis sanitaria, económica y social.
Las organizaciones de Comercio Justo reclaman un cambio en las políticas comerciales y aprovechar este momento para establecer nuevos modelos económicos más sostenibles tanto para las personas como para el planeta.
Organizaciones como Fundación COPADE, la ONG española con más iniciativas premiadas en el sector forestal, defienden la necesidad de un modelo económico sostenible tanto para la sociedad como para el medioambiente y basado en el Comercio Justo.
Para ello, trabaja con comunidades de productores y productoras tanto de países con economías primarias como desarrollados. Su objetivo es promover estructuras socioeconómicas sostenibles y respetuosas con el medioambiente, que hagan a estos grupos protagonistas de su propio desarrollo.
Proyectos en Ecuador: Comercio Justo como alternativa económica
Para Javier Fernández, Director General de COPADE, es necesario “desarrollar otro modelo económico que ponga en el centro los derechos de las personas y el cuidado del medioambiente frente a la acumulación de beneficios”. En este sentido Fundación COPADE ha desarrollado sendos proyectos en Ecuador, ayudando a las comunidades de las zonas más castigadas por la crisis.
Bambú – bambal
El primero de ellos, “Fomentar la sostenibilidad de emprendimientos forestales con balsa y bambú de pequeños productores de Manabí y Esmeraldas para mejorar sus ingresos familiares”, tiene como objetivo impulsar la sostenibilidad y productividad de emprendimientos agroforestales de Ecuador, promoviendo buenas prácticas en todos los eslabones de la cadena forestal del bambú para aumentar los ingresos de las familias productoras y al final lograr que estos productos cumplan con estándares de calidad y tengan potencial demanda en el mercado.
“En el contexto de la reactivación económica PostCovid-19, COPADE en Ecuador y en alianza con CEFOVE (FSC® Ecuador), trabaja en las provincias de Manabí y Esmeraldas con productores de balsa y bambú y pequeñas empresas ancla que representan a 400 beneficiarios directos. La institución busca fortalecer las capacidades de pequeños productores de estas dos especies forestales, con el objetivo de desarrollar productos con valor agregado que respondan a la demanda de mercado nacional con miras a la internacionalización de sus productos a España”, explica Fernández.
Esto incluye un plan de mejora de sus prácticas agrícolas con miras a la certificación. Asimismo, se busca un fortalecimiento de sus capacidades de negociación con empresas y proveedores. También se plantea un programa de formación de capacidades de dirección, administración y gestión de las organizaciones.
El proyecto, con una duración de 24 meses y subvencionado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), busca además aportar con pequeño equipamiento a las organizaciones para mejorar su proceso de transformación mediante diferentes iniciativas empresariales. Finalmente se persigue posicionar el catálogo de productos en el mercado español, a través de una estrategia de marketing on-line y la participación en ferias.
META
El segundo proyecto, “Generando alternativas económicas sostenibles para la zona de amortiguamiento de la reserva Mache Chindul” ha sido desarrollado por COPADE en Ecuador en colaboración con el Consorcio META y ha concluido con éxito. La iniciativa promueve la producción nativa de bambú como una alternativa para generar ingresos económicos dentro del sector de la construcción sostenible. Además, es una forma de reducir la deforestación.
Para ello, COPADE desarrolló un programa de capacitación y manejo sostenible para promover las ventajas del bambú como eje dinamizador de la economía. Se generó conocimiento a lo largo de toda la cadena de valor, desde la silvicultura, cosecha, almacenamiento y tratamiento, hasta su transformación.
Resultados
937 participantes y 423 horas de entrenamiento teórico-práctico en la Escuela de Formador de Formadores en Bambú. Así como 16 procesos de réplica posteriores en varias localidades. Con este proyecto se logró beneficiar a 640 familias y se consiguió plantar de manera participativa 16 hectáreas de bosque lineal de bambú. La Universidad Laica Eloy Alfaro, ULEAM ha liderado un proceso de siembra de 4 hectáreas adicionales. La participación de la mujer fue del 40% a lo largo de todo el proyecto y se centró en la elaboración de cestería de bambú.
El proyecto logró además, de manera indirecta, posicionar a las Asociaciones de productores que tienen oferta de bambú de calidad. De esa manera, fue posible conectarlas con la demanda local, así como fomentar su contratación para otros proyectos.