Jaime Manteca, coordinador de proyectos de Copade, nos cuenta en esta entrevista la labor de la Fundación y algunos de últimos logros que hemos conseguido.
¿Cuál es la razón de ser de COPADE?
COPADE nació como una entidad de Comercio Justo para trabajar con las organizaciones productoras, apoyándolas a mejorar sus procesos productivos y a acceder al mercado. Además, realizamos proyectos de Cooperación al Desarrollo en Latinoamérica y somos una entidad comercializadora, es decir, importamos y distribuimos productos de Comercio Justo en España. Principalmente, trabajamos con productos de madera de productores forestales y también comercializamos productos bio, producidos bajo la marca Gaia&Coast, como panela, café, chocolates y patatas fritas.
Un aspecto que caracteriza el trabajo de COPADE son las alianzas público-privadas. ¿Por qué?
Apostamos por trabajar de forma próxima y cercana con productores, empresas y administraciones públicas, y convertirnos, así, en aliados. Esta filosofía de trabajo nos llevó a crear, hace una década, la Plataforma de Madera Justa con el objetivo de promover el consumo responsable de productos forestales sostenibles, con certificación FSC y de Comercio Justo. Con el paso del tiempo, la Plataforma ha ido creciendo y en estos momentos está formada por unas 60 entidades, empresas, administración pública, organizaciones de consumidores y ONG. Esta Plataforma pretende generar sinergias y de ahí han surgido proyectos de alianzas público-privadas con muy buenos resultados.
¿Cuál destacaría?
Por ejemplo, con Leroy Merlin, que es una de las empresas con la que más trabajamos, y la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID), hemos desarrollado una gama de productos de madera para jardín que se fabrica en Guatemala y se vende en las tiendas de Leroy Merlin. Iniciamos el proyecto en 2014 y, en este lustro, hemos importado 20 contenedores de Madera Justa y certificada FSC, cuyo valor se ha quedado en origen. En el ámbito de la Plataforma de Madera Justa, además, creamos la certificación de Madera Justa, que es una certificación de Comercio Justo para el sector forestal dirigida a pequeños productores y donde contemplamos aspectos como la prefinanciación, el precio justo de los productos, etc.
¿Cuáles son los principales problemas de los productores latinoamericanos?
Para poder afrontar grandes producciones para mercados exteriores necesitan prefinanciación, apoyo para acceder al mercado y, normalmente, no tienen estas capacidades. Ahí es donde entramos nosotros. Con los proyectos que impulsamos, por un lado, pretendemos mejorar sus capacidades a través de la formación, pero también a través de la compra de equipamiento, desarrollo de nuevo producto adaptado a las demandas y necesidades del mercado, etc. Y, por otro lado, prefinanciamos al menos el 50% cuando hacemos el pedido, porque sino ellos no podrían arrancar un pedido de ese tamaño con sus propios recursos. Finalmente, en el tema del pago, el margen de beneficio de un producto de Comercio Justo es mayor porque hay un pago justo por el producto.
¿Considera que el factor precio continua siendo un freno a la compra de estos productos?
Es cierto que los productos de Comercio Justo son más caros que los productos convencionales, pero su calidad no tiene nada que ver, es muy superior. Además, también ofrecen un valor añadido como apoyar a cooperativas y comunidades forestales. Creo que continúan existiendo determinados estereotipos de que el Comercio Justo es caro, pero no es así. Si comparamos productos de características similares, como el café o el chocolate, en el supermercado puedes encontrar café muy barato pero no es de la misma calidad que el café de Comercio Justo y si vas a un café convencional de calidad superior también es mucho más caro.
Hablando de alimentación, han lanzado la línea de productos Gaia&Coast. ¿De qué se trata?
Gaia&Coast es una línea de 50 productos de alimentación, tipo snacks, pensados para el vending. Aunque también se venderán en lineal de supermercado, son productos de Comercio Justo y con certificación bio que han sido desarrollados con una metodología para el cálculo de su huella social. De esta forma, el consumidor tendrá más información sobre su origen y, en consecuencia, podrá decidir mejor.
El consumo de productos de Comercio Justo en España está a la cola de Europa. ¿Qué hacer para revertirlo?
Los niveles de consumo de productos de Comercio Justo en España son muy lamentables en comparación a otros países y, ahí, la administración pública se debería comprometer más. Es necesaria mucha sensibilización. Estamos mejorando mucho el acceso a este tipo de productos. Ya no se distribuyen solo en los establecimientos exclusivos de Comercio Justo, sino que pueden encontrarse en los supermercados y en multitud de tiendas. Pero aun así cuesta porque existen diferentes sellos y hay un exceso de información que la gente no acaba de entender. Además, ahora, el consumidor prima más la salud y busca productos bio más que productos sociales. Queda mucho trabajo por hacer y si las administraciones y las empresas apostaran por un sello, la situación cambiaría radicalmente.
Esta certificación es la garantía de que la cadena de suministro y su producción es justa…
En el Comercio Justo, productos y productores pasan por una auditoría. Además, se verifica no solo la prefinanciación o el pago de un precio justo por el producto sino, también, que no haya explotación infantil, que se promueva la igualdad de género, que se apueste por la transparencia en la gestión y que se respeten los aspectos ambientales. Hay una multitud de factores que hacen muy interesantes los productos de Comercio Justo, pero hoy también competimos con el comercio de cercanía. Creo que todo es compatible, pues hay productos que se producen aquí y otros que no, como por ejemplo, el café o el cacao. Son productos y negocios complementarios.
Desde Fundación COPADE también trabajan para acercar los ODS a las pymes. ¿De qué forma lo hacen?
En 2017, detectamos que las grandes empresas con capacidades, recursos y departamentos de RSC eran las que más apostaban y trabajan en los ODS. Sin embargo, las pymes que suponen el 99% del tejido empresarial y el 70% del empleo de España no tienen esta orientación porque no disponen de recursos ni capacidades. Por este motivo, decidimos buscar financiación y trabajar en esa línea, es decir, realizamos un análisis y diseñamos posibles acciones a realizar. Llevamos más de año y medio con el proyecto “Pymes y ODS” para dirigirnos a pymes españolas y ayudarlas a mejorar su contribución en la consecución de los ODS. Además, ponemos en valor lo que están haciendo y reconocemos su trabajo con distintas acciones: la organización de exposiciones, la elaboración de una guía de buenas prácticas, las comunicaciones sociales para posicionar a las empresas que participan, etc. Ahora, vamos a empezar a trabajar con pequeños municipios porque en el ámbito de la administración ha ocurrido una situación similar. Los grandes ayuntamientos tienen esa capacidad, pero los pequeños no tanto y ahora estamos enfocando nuestro trabajo, aparte de a las pymes, a pequeños municipios rurales.
Concienciar a los más pequeños sobre los ODS
Con el objetivo de concienciar sobre el cumplimiento de los ODS en los colegios y aprovechando la experiencia adquirida con el proyecto “Pymes y ODS”, Fundación COPADE ha querido adaptar este proceso para trabajar con jóvenes y docentes en colegios de zonas rurales y desarrollar un nuevo programa llamado “Creando ColegiODS en la Sierra de Guadarrama”. A través de este proyecto, Fundación COPADE pretende conseguir que, al menos 13 colegios, de 13 municipios de la Sierra de Guadarrama (Madrid), asuman el reto firmado por todos los países para reducir la pobreza y la desigualdad y tratar de cumplir con los ODS. Para lograrlo, se abordará la Agenda 2030 de la ONU como una herramienta de transformación que debe ser incorporada e interiorizada por los colegios y transmitida a los más jóvenes.
Fuente: Compromiso RSC