Copade

“Mi mente es positiva porque las mujeres podemos hacer grandes cosas”

Los emprendimientos liderados por mujeres están cambiando la realidad social y económica de los países en desarrollo, apostando por la sostenibilidad social y ambiental

 

Nancy Hernández vive en Marcala, un pequeño municipio en el departamento de La Paz a unos 100km de la capital hondureña de Tegucigalpa. Desde hace 8 años lidera su propia empresa cafetalera y ha sido pionera en promover y defender el consumo de café de calidad en su región y en Honduras.

“Tenía 15 años cuando empecé a trabajar en una cooperativa de productores de café. La necesidad de estudiar y llevar alimento a mi casa, me llevó a este mundo maravilloso del café que transformó mi vida rodeada de todas las personas que trabajan en la cadena del café, desde el que siembra la semilla, hasta el que sirve una taza de café”, relata Nancy y añade cómo trabajando con grupos de mujeres comprendió que podía lograr sus sueños.

Desde muy joven empezó a trabajar para implementar nuevas ideas y ser parte del desarrollo de su comunidad. “Quiero dejar una pequeña huella en mi país y dejar claro que cuando tienes pasión, logras tus metas. Las mujeres podemos hacer grandes cosas”, sigue contando cuando recuerda que son ya ocho años desde que lidera su propia empresa familiar cafetalera Aroma Café con pasión, disciplina y mucha perseverancia.

Los inicios no fueron fáciles para Nancy por varios motivos. “Crecí en un hogar lleno de violencia doméstica, donde los derechos de las mujeres no valían. Además, el patrimonio para trabajar fue una barrera, ya que no contaba con la tierra para trabajarla ni con el acceso a financiación, dos grandes limitantes para las mujeres”.

Nancy empezó a trabajar con las mujeres de COMUCAP (Coordinadora de Mujeres Campesinas de La Paz), empresa dedicada a la producción, comercialización y exportación de café y sábila y cuya labor también es la defensa de los derechos de la mujer. “Recibimos apoyo de Agencias Internacionales, quienes me abrieron las puertas para empezar un proyecto de café tostado. Para la comercialización fue la ONG COPADE quien me ayudó y juntos realizamos un lindo proyecto de mujeres con una marca de café tostado que hoy en día ha tenido un gran éxito en el mercado de cafés especiales”.

Nancy empezó su empresa familiar con dos empleados y una cafetería y hoy en día son propietarios de tres cafeterías y cuentan con 10 empleados, aunque la cifra de trabajadores indirectos supera la veintena. “Desde que iniciamos con la empresa familiar la calidad de vida de nuestra familia ha mejorado notablemente; cuando comenzamos con nuestra empresa los ingresos eran bajos, ya que solamente se producían 20 quintales de café, mientras que hoy en día la producción de nuestro café son 100 quintales al año; también, comenzamos a exportar directamente a diferentes países”, cuenta esta marcalensa con orgullo.

La empresa está además comprometida con las personas con menos recursos. Cuentan con un fondo que está destinado a niños y a adultos con discapacidad, a quienes les hacen entrega de medicamentos y asistencia médica, así como, entrega de alimentación, entrega de colchones, cobijas y suéteres. Además, la empresa de Nancy cuenta con Certificado Orgánico, con los que puede comercializar su café en mercados especiales, con sellos de garantía. También forma parte de su filosofía, la agricultura orgánica y cuidar el medio ambiente. Cuentan también con sello de Denominación de Origen Café Márcala, para garantizar la calidad de café que se produce en la zona, y específicamente la calidad de café que ellos producen.

“Aroma Café genera un impacto social, turístico y económico, tanto a nivel de nuestro municipio de Marcala, como a nivel de nuestro país. Hemos enseñado a la población la importancia de consumir un café de calidad para mantener una buena salud. Otro de los factores importantes de valor social relevante en nuestra empresa es el factor de turismo, ya que damos a conocer nuestro país a nivel regional, local, especialmente a nivel internacional, ya que nos visitan alrededor de 500 a 1000 personas al año aproximadamente”, dice.

Nancy sueña con crecer como empresa para generar empleo a jóvenes de escasos recursos sociales, educativos y principalmente económicos y con expandir sus cafeterías a nivel internacional, para dar conocer en otros países la excelente calidad del café hondureño.

“Me siento una mujer muy bendecida de contar con un empleo digno y que ha servido de aliento y ejemplo para muchas mujeres, a través de mi trabajo y de mi testimonio”, dice Nancy y añade que en Honduras el desempleo en las mujeres es mayor en las estadísticas, que en hombres por la discriminación de género y también por la cultura machista, ya que a algunas mujeres no se les permite trabajar.

Pero, se siente esperanzada ya que hace una década no se daba a conocer el trabajo de las mujeres en Honduras y cada día esto va cambiando. “Ya hay medios a quien avocarse y pedir orientación. Las mujeres hoy en día tenemos más acceso a la información, asimismo, somos muy emprendedoras, muy buenas administradoras, dinámicas, y visionarias. Las hondureñas cada día se van empoderando aún más para capacitarse intelectualmente y poder brindar una mejor calidad de vida, tanto a ellas mismas, como a sus familias”.

*Este artículo ha sido posible gracias a las entrevistas realizadas por la Fundación COPADE en el marco de su proyecto de educación para el desarrollo ‘Mujer, pobreza y desarrollo sostenible: conoce y actúa’ financiado por el Ayuntamiento de Madrid.

El objetivo del proyecto es dar a conocer de una forma más amplia la situación en la que viven los 1.300 millones de personas en vías de desarrollo, y de una forma más específica a las mujeres de este colectivo. La mujer desempeña una función determinante en la seguridad alimentaria, la diversidad alimentaria y la salud infantil en el hogar, pero sin embargo, sus derechos han venido siendo vulnerados de forma sistemática. Con este proyecto queremos intentar aportar nuestro granito de arena para cambiar esta situación y abrir una vía más dinámica y efectiva que ayude a una mayor inclusión de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad. Queremos mostrar como el Comercio Justo es una contribución tangible a la erradicación de la pobreza.