- Durante su estancia, el ministro ha visitado diversos proyectos de la Cooperación Española, entre ellos, la Unión de Organizaciones Campesinas de 24 de Mayo.
- La Unión es una de las comunidades que trabaja con el bambú y es uno de los actores con los que trabajamos en el marco de un proyecto financiado por la AECID.
Madrid, 03 de abril de 2019. El ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell, estuvo el pasado sábado en Manabí, una de las provincias más afectadas por el terremoto del 2016 en Ecuador.
En su recorrido, Josep Borrell visitó las plantaciones de la Unión de Organizaciones Campesinas de 24 de Mayo (UNODEC) y recibió productos de la iniciativa de Manabí Bambú. Ambas entidades son beneficiarias en el marco

del proyecto «Fomentar la sostenibilidad de emprendimientos forestales de pequeños productores de Manabí y Esmeraldas para mejorar los ingresos familiares» y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y coordinado por Fundación COPADE junto con CEFOVE/FSC Ecuador.
El proyecto busca el desarrollo de la cadena del bambú con miras a la sostenibilidad, la certificación y la posible exportación. Desde COPADE supervisamos y trabajamos de manera directa en la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí (ULEAM), participando de toda la cadena del bambú: desde la silvicultura hasta el preservado, acopio, e incluso la transformación del material.
“Para las comunidades campesinas de la costa ecuatoriana, el bambú es una alternativa económica sostenible, que necesita ser fortalecida en sus estándares de producción y valor agregado. Ese será nuestro desafío”, explica el coordinador de proyectos de Copade en Ecuador, Sergio Garrido García.
Según el coordinador, el objetivo es que estos productos derivados del bambú cuenten con certificaciones que aporten un valor añadido y una de ellas es Madera Justa, una iniciativa de COPADE que certifica la responsabilidad social de las empresas que pertenecen a la industria de la madera.
Asimismo, está la certificación Forest Stewardship Council (FSC), que también legitima que las operaciones son económica, ambiental y socialmente responsables. Ambos sellos benefician al pequeño productor, ya que con ellos podremos introducir en el mercado europeo productos innovadores hechos con bambú, los cuales poseen un importante trasfondo social.
«Queremos potenciar la cadena del bambú en las provincias de Manabí y esmeraldas como estrategia de reactivación productiva post terremoto, enmarcado en la iniciativa llevada a cabo por INBAR y AECID de la escuela taller de reconstrucción en bambú», afirma Sergio Garrido García.