Montse Escutia nos resume en este artículo el emotivo acto de la entrega de los Premios Huertos Educativos Ecológicos, una iniciativa llevada a cabo entre Vida Sana y Fundación Triodos.
«Cuando trabajas en una asociación como Vida Sana la mayoría de los proyectos son muy agradecidos. Aunque tengas que dedicar tiempo y esfuerzo, aunque las relaciones humanas a veces resultan complicadas, al final siempre tienes la sensación de que ha valido la pena, que has aportado un granito de arena más para conseguir un mundo mejor.
Pero si me hicieran escoger sólo uno de los muchos proyectos en los que participamos, el premio Huertos Educativos Ecológicos sería el elegido. Descubrir año tras año el trabajo llevado a cabo por maestros y profesores (maestras y profesoras), muchas veces en condiciones muy precarias, con entornos sociales muy duros y ver lo que son capaces de hacer con un simple huerto, la transformación y el impacto que tiene en los alumnos, en los padres, en el conjunto de la comunidad educativa… es casi un milagro. A eso hay que añadir la nueva categoría de horticultura social que me ha devuelto la confianza en la humanidad a cada proyecto que llegaba.
El pasado viernes 25, en la sala de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid, tuvo lugar el acto de entrega de los premios de la tercera edición. En una sala abarrotada de gente, maestros, familias, niños y niñas, representantes de los centros y entidades premiadas y sus acompañantes, pudimos conocer un poco más a las personas que hay detrás de cada proyecto.
Dieron la bienvenida a los presentes Luis Ricote, director de la ETSIAAB, Mikel García-Prieto presidente de la Fundación Triodos y Angeles Parra presidenta de la Asociación Vida Sana.
Paralelamente, en el edificio del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano, se llevaron a cabo talleres destinados a los niños que habían asistido al acto organizado por Mamaterra y la cooperativa Germinando.
Fueron casi dos horas en las que se contó con un interesante debate inicial en el que participaron los expertos José Carlos Tobalina, experto en Educación Infantil y Ambiental; Rafael Ruiz, jefe del departamento de Educación Ambiental del ayuntamiento de Madrid; y David Pereira, profesor titular de la Universidad Politécnica de Madrid. Seguidamente los premiados hicieron una breve explicación de sus proyectos que, tanto a ellos como a algunos de nosotros, se nos hizo corta. Pero éramos muchos y algunos con un billete de tren de regreso a sus casas que no podía esperar. Como cierre una actuación en directo de los alumnos del colegio Huerta Santa Ana de Sevilla, premiados en la edición anterior, cantando su «Rap del Hortelano».
Como cada año, fue un acto muy emotivo porque todas esas personas trabajan duro y es un acto público de reconocimiento, es premiarles y decirles que son un ejemplo para la sociedad y que no están solos, porque hay muchas otras personas que, como ellos, trabajan silenciosamente para que nuestros hijos e hijas y para que las personas con más dificultades tengan en el huerto ecológico un aliado para que su vida sea un poco más fácil y el futuro mucho mejor».
Montse Escutia